En un entorno silencioso, los participantes exploran cómo la música puede representar emociones, acciones o descripciones mediante ejemplos de música programática en vivo. A través del diálogo, descubren sonidos con su cuerpo o elementos cercanos (suelo, mesa), relacionándolos con adjetivos, emociones o acciones. En grupo, experimentan con transformaciones de los sonidos: intensidad, velocidad, superposición o silencios, y se propone un tema común para investigar.